Beber café puede que sea una actividad ligera y/o de poca duración… pero para los que beben este preciado líquido, representa la oportunidad para socializar y una pausa placentera dentro del diario vivir.
Para el diseñador la oportunidad de diseñar una taza, presenta la posibilidad de conmover y provocar al individuo desde la intimidad de su hogar. Vivienda, trabajo y ocio… son los tres espacios principales que se articulan y se transforman con el acto de beber café. Una taza de café como evento establece un alto, una pausa….puede definir el comienzo del día, el pretexto para encuentros y hasta definir el final de un almuerzo, sin olvidar que para algunos representa el comienzo del horario extendido de trabajo y estudio. Estos eventos representan las múltiples actividades que definen el acto en uno dinámico en términos espaciales y programáticos. Con el diseño de la taza de café se pretende expresar el dinamismo por medio de su morfología triangular acentuando en sus esquinas y comparándolos con estos espacios como puntos de conexión (vivienda, trabajo y áreas de ocio). A través de la acción formal del pliegue que se articula, sin perder la noción de continuidad, como ocurre cuando decidimos articular nuestro diario, sin perder la secuencia de nuestros quehaceres…..tomando un café!.
Para comprar la tuya visita la tienda de LOA